Desde que era pequeña, uno de los símbolos de que comenzaba la Navidad en mi casa es que mi mamá compraba unas latitas navideñas que traían muchas variedades de galletas, que si con frutitas, que si de chocolate, algunas de vainilla y casi todas siempre traían polvorones de almendras. Yo, apenas veía la lata en la cocina de mi casa corría para robarme todos los polvorones. Este año vi unas latas en el supermercado y automáticamente me acordé de esas galletas; tenía aaaaños sin comerlas, pero apenas las recordé supe que tenía que hacerlas
Jamás en mi vida las había hecho y en realidad pensaba que iban a ser complicadísimas de hacer, me puse a investigar y todas las recetas que encontraba se veían súper sencillas, estudié las proporciones correctas para hacer una polvorosa y me puse a inventar en mi cocina (una de mis cosas favoritas de la vida entera!).
Lo único que no me gustaba es que la mayoría de las recetas que conseguía eran a base únicamente de manteca, y yo adoro el sabor que da la mantequilla a las galletas; es por eso que van a ver que la receta tiene una porción pequeña de mantequilla que va a hacer que queden con un sabor delicioso. Hice algunos ajustes por aquí y por allá hasta que logré exactamente lo que quería: una polvorosa delicada, súper suave, con un sabor sutil de almendras y con una textura que se derrite en la boca que es de otro planeta.
En cuanto al procedimiento de la receta verán que es súper sencillo. Uno de mis secretos para que las polvorosas queden ligeritas y delicadas es montar un poco las claras e incorporarlas casi de último a mano, es un paso extra súper sencillo que hace una grandísima diferencia en el resultado.
Después de enfriar la masa es importante que tengan un par de cositas en cuenta; la primera es que verán que al tratar de estirarla pareciera que se desmoronara, no se preocupen que es completamente normal!; sólo amásenla y compáctenla con las manos que así se unirá y podrán estirarla sin problema. La otra cosa es que es importante que estiren la masa entre dos papeles de horno o papeles vegetales, para que no se pegue la masa al rodillo ni al mesón de trabajo.
Después de hornearlas deben bañarlas en el azúcar glass mientras aun están tibias, si esperan a que se enfríen mucho el azúcar no se pegará a las galletas. También deben dejarlas enfriar un ratito (al menos unos 30 minutos) antes de comerlas (yo sé que es una tentación muy fuerte de resistir, pero créanme que vale la pena!).
Aunque me parecen perfectas y deliciosas para cualquier momento del año, como estamos en Navidad yo las presenté en forma de arbolito y me parece que se veía precioso <3.
Si tienen alguna duda con respecto a los ingredientes o la preparación, si quieren sugerir o pedir una receta, o si prepararon estos polvorones de almendra y me quieren contar cómo les quedaron (me encantaría saber su experiencia!), no duden en ponerlo en los comentarios abajo.
Además, recuerden que amo ver las fotos de lo que hacen con mis recetas!, pueden enviármelas por Instagram etiquetándome en @annaspasteleria o usando el hashtag #AnnasPasteleria <3
Que tengan un muy lindo día!,
Anaísa