Con este post creo que completo el santo grial de mis recetas básicas para mi comida favorita del día y del mundo entero, el desayuno! <3. Ya les di la de mis pancakes favoritas, la de mis crepes, y ahora esta!. Y ahora ya saben las 3 recetas en base a las cual podría alimentarme todos los días por el resto de mi vida :)
Es que ustedes no pensarían que yo les iba a dar la idea para hacer una mesa de desayuno con Waffles y no le iba a dar mi receta favorita para hacerlos, verdad!?
A mi los waffles siempre me han parecido casi que mágicos, son como demasiado bonitos y demasiado ricos!!. Yo adoro untarlos con Nutella y entonces cuando lo muerdes está la Nutella dentro de los huequitos... soñado!!. También los adoro con mi Dulce de leche y chispitas de chocolate, tienen que probar esa combinación!.
La mayoría de los waffles que he comido en la calle son decepcionantes (qué exagerada sueno! jajajajaja, pero ustedes saben que yo no me tomo mi comida a la ligera, todo lo contrario me la tomo muy en serio!). Es que casi todos son como aguados en el centro, no les parece?. Es como si fueran crudos, no se. El hecho es que yo creo que no están supuestos a ser así.
Un waffle tiene que ser suave, ligero y crujiente. Si se ponen a ver, los ingredientes son casi los mismos que los de las pancakes, entonces la mayoría de las personas lo que hace es usar la masa que hacen para las panquecas y ponerla en la plancha de waffles, y no no no, así no es!. Los waffles se preparan de una forma distinta para hacer que queden aireados y suaves, pero crujientes al mismo tiempo!. Para eso hay tres secretos:
El primero y más importante: batir las claras de huevo!. Las claras batidas con picos fuertes guardan muchísimo aire en su interior, y cuando incorporamos esas claras con mucho aire a nuestra mezcla hace que nuestros waffles queden ligeros, en vez de pesados y densos :)
El segundo secreto es la maicena (o fécula de maíz), la verdad yo estaba un poquito escéptica a este, pero lo leí en internet y decidí probar a ver qué tal, y la verdad es que me sorprendió muchísimo la diferencia. Resulta que la maicena previene que el waffle se ponga aguado en el centro por el vapor al cocinarse.
La canela es el último secreto y es lo que le da un sabor incomparable a los waffles, es muy poco lo que se le agrega pero la diferencia en el sabor final y el olor es muchísima. Aún si no les gusta la canela, inténtenlo con una parte de la mezcla y verán de lo que les hablo.
Lo bueno es que ahora, si alguien quiere enamorarme, ya sabe las 3 recetas con las que se gana mi corazón! (porque me imagino que saben que yo soy de las que cree que el amor entra por la pancita!)
Si tienen alguna duda con respecto a los ingredientes o la preparación, si quieren sugerir o pedir una receta, o si hicieron los waffles y quieren contarme cómo les quedaron (me encantaría saber su experiencia!), no duden en ponerlo en los comentarios abajo.
Que tengan un lindo día!
Anaísa :)