
¿Sabes esa mezcla para hacer brownies que compraste y tiene mucho tiempo en la alacena?. Hoy la vas a utilizar!
Creo fervientemente que hay pocas cosas en el mundo tan provocativas como un brownie. Es tan suave, y con tanto sabor a chocolate que podría comerlo de desayuno, almuerzo y cena <3.
Si, definitivamente si hubiesen grupos para chocoadictos, yo estaría ahí!
Como les conté antes, mi relación con las mezclas de cajita fue la que comenzó mi amor por la cocina; en mi proceso de evolución de mezclas prefabricadas a pasar a hacer todo desde cero un día se me ocurrió que de seguro con esas mezclas podría hacer otras cosas. Me puse a investigar y leer en internet (otro dato acerca de mi, soy un poquitito nerd!) y encontré muchísimas cosas que podían hacerse. Entre esas, estas galletas, las cuales he ido modificando de la receta original que conseguí hasta alcanzar estas que les muestro hoy.

De esta receta me encanta que tiene un sabor súper clásico de brownie, con todo lo bueno de su textura, pero sumándole un poco de lo tostadito y práctico de una galleta. No crean que porque es práctico y fácil, es aburrido o común, todo lo contrario!, las personas que las prueban no pueden creer que son hechas a partir de una mezcla prefabricada (y usan eso como excusa para “probar” muchas, por eso es que se acaban tan rápido en mi casa!)
Además de ser súper ricas, son súper fáciles y rápidas de cocinar, las hago cuando vienen amigos a la casa y no tengo nada preparado para ofrecerles, se mezcla rapidito, mientras la masa reposa me baño y arreglo y luego en 10 minutos de horno están listas para servir con un vaso frío de leche. Creo que hay pocas cosas más prácticas que eso!

Si tienes alguna duda con respecto a los ingredientes o la preparación, si quieres sugerir o pedir una receta o si hiciste estas galletas y quieres contarme como te quedaron (me encantaría saber tu experiencia!), no dudes en ponerlo en los comentarios.
¡Que tengas un lindo día!
Anaísa