
Los clásicos son clásicos por una razón. Son seguros, sabes que no te van a defraudar. Tu camisa blanca favorita, los jeans que ocultan lo malo y resaltan lo mejor, el sitio donde desayunas desde que eras pequeño. Yo me considero una persona clásica, me gustan los sabores de siempre, lo que no es raro, y aunque a veces es divertido arriesgarse, siempre terminamos queriendo volver a lo básico. Así son estos cupcakes.
A pesar de todos los inventos que hay ahora en el mundo de los cupcakes, la combinación vainilla-vainilla sigue siendo una de mis favoritas, es sencilla pero siempre complace un antojito de media tarde, o de media noche, o en realidad, cualquier antojito de dulce. Esta receta es perfecta, la base de vainilla es suave, esponjosa y con un sabor divino y equilibrado, y el frosting de vainilla hace el matrimonio perfecto con el sabor suave del ponquecito.

Lo divertido, además, de los cupcakes de vainilla, es que puedes agregarle todo lo que a tu imaginación se le antoje y tendrás miles de recetas partiendo de una simple y básica. Puedes agregarle trocitos de chocolate al ponqué, rellenarlos con arequipe, o con mermelada de frutas, o con Nutella!. Puedes unir el frosting con cacao en polvo y hacerlo de chocolate, o colocarle chispitas de colores, o pedacitos de galletas (ya mi imaginación empieza a correr, háganme parar!). Básicamente, el límite te lo pones tú! (como pasa con la gran mayoría de situaciones de nuestra vida)

Si tienes alguna duda con respecto a los ingredientes o la preparación, si quieres sugerir o pedir una receta, o si hiciste los cupcakes y quieres contarme cómo te quedaron (me encantaría saber tu experiencia!), no dudes en ponerlo en los comentarios abajo.
¡Que tengas un lindo día!
Anaísa.