Antes de leer este post prepárense, porque vengo armada de cursilería desde el pelo hasta la punta de los deditos de los pies.
Listos?
Seguros?
Es en serio, hasta yo (que soy bien requete-cursi) me impresioné cuando terminé de escribirlo y tuve que poner esta advertencia al comienzo.
Bueno, están advertidos!
Aquí vamos!
Pasa mucho que los amores más bonitos (y los más inolvidables) son los más inesperados; los que salen de la nada o de encuentros casuales con personas que jamás nos imaginaríamos que podría pasar. Esos amores que de un día a otro te tienen caminando por el cielo y queriendo escuchar canciones felices de amor todo el día. Con los que quieres ir a conciertos, a bailar, a tomar vinitos, de viaje, a desayunar, a almorzar, a merendar, a cenar y luego a comer dulcitos o comida rápida a las 3 de la mañana. Con los que quieres pasar todo un domingo enrollados en la cama viendo pelis. Amores que despiertan cosas que sientes que jamás nadie ha sentido en el mundo porque para ti es así, en tu mundo nunca nada había sido tan poderoso.
Ese tipo de amor que te calma y te enloquece al mismo tiempo. Que te hace querer bailar y al mismo tiempo te llena de paz, ese es el amor que me enamora a mi (ustedes me entienden, verdad?).
Podría escribirles hooooras acerca de qué es lo que me enamora, pero se van a empalagar y ni siquiera se han comido el dulcito todavía (que bueno, no es que mi coulant de chocolate empalaga, eso si que no!).
Pero saben qué he descubierto que me pasa cuando me gusta mucho alguien?. Me dan unas ganas terriblemente grandes de consentirlo!.
Y qué mejor forma de consentir a alguien que con algo que le salga chocolate derretido por el centro?, estoy segura que no hay una manera mejor que esa!
Este coulant es el MEJOR que me he comido en mi vida, tenía muchísimo tiempo intentando recetas que, a lo mucho, eran promedio. Yo quería algo que supiera tan increíble como la sensación que da cuando atraviesas la cuchara por el centro del ponqué y sale el montón de chocolate. Y el súper chef Gordon Ramsay tenía lo que quería!.
Esta receta es una adaptación de la suya, y es amor!!! (bueno, cualquier cosa a la que le salga chocolate derretido calentito desde el centro es amor, para mi!). Además, es muchísimo más sencillo de hacer de lo que muchos creerían. Estoy segura de que si se animan a hacerlo para San Valentín, que ya está cerquita, tendrán el mejor cierre para una cena romántica preciosa! <3 (y si le ponen helado de vainilla, mejor aún!, yo adoro el contraste de lo calentito y suave del chocolate con el helado)
Creo que me costó tanto encontrar una receta que me gustara porque creo que nunca había visto un postre con tantos nombres distintos, hay algunos que le dicen Fondant de chocolate, otros Coulant de chocolate, otros Volcán de chocolate (creo que ese es el que más me gusta), y en inglés las conocen sobre todo como Chocolate lava cakes (que sería algo como tortas de lava de chocolate). Como sea que los conozcan, estoy segura que les va a encantar!.
Algo muy importante al hacer fondants es que deben ser servidos justo luego de sacarlos del horno, porque si no, el calor acumulado hará que se cocine el centro y que cuando lo piquen no salga el chocolate derretido del centro (que es lo más rico y la idea de un fondant, no?). Acá les muestro como se ven apenas los saqué y luego de desmoldarlos.
Si los van a hacer para una cena yo les recomiendo que cuando vayan a comenzar a comer enciendan el horno, y apenas terminen de comer dejan a su invitado (o bueno, sus invitados) un momentito y meten los moldes al horno, se toman una copia de vino (no vayan a olvidar poner el temporizador, que luego se les quema porque siguen con el vinito! - me ha pasado jajajajajaja-) y van y los sacan.
Si tienen alguna duda con respecto a los ingredientes o la preparación, si quieren sugerir o pedir una receta, o si hicieron los coulants y quieren contarme cómo les quedaron (me encantaría saber su experiencia!), no duden en ponerlo en los comentarios.
Que tengan un lindo día :),
Anaísa