A mi me encantaría decir que nací con la batidora en una mano y una manga pastelera en la otra, pero la verdad es que no es así. De hecho, era más bien despistada en la cocina (y bueno, lo soy en muchas otras cosas).
Pero un día me provocó comerme un brownie y pensé ¿qué tan difícil puede ser?, y no crean que hice una receta completa de brownie, fui y compré una cajita en el mercado (una receta? yo? pero si esas cajitas se ven tan fáciles!), hice mi receta de cajita y me quedó crudo en el centro. Ese día me di cuenta de que no era fácil ni siquiera con una mezcla prefabricada.
Mis intentos con esas mezclas fueron muchos: cupcakes, tortas, pudines; quemé muchas cosas, y boté muchas otras, algunas me quedaban aceptables. Pero no desistí, porque siempre que estaba batiendo, midiendo y horneando me desconectaba de todo, a veces cocinaba (y cocino) más por el proceso que por el resultado final.
Poco a poco, con la experiencia, las mezclas prefabricadas me fueron pareciendo aburridas, se me hicieron muy sencillas (si!!!, a mi, que quemaba hasta el cereal!!!!) y la verdad es que no eran tan ricas, así que decidí intentarlo con una receta donde yo tuviese que hacer todo, y fue una receta muy parecida a la que les muestro hoy, hice unas galletas (que poco a poco he ido perfeccionando) que no sólo me divirtieron durante el proceso, sino que también tuvieron un resultado increíble, y es por eso que quería que esta fuera mi primera receta del blog! (es que mírenlas, no les provoca comerse la pantalla?)
De esta mezcla salen muchas galletas (dependiendo del tamaño que las hagas) a mi me gustan grandes, por lo que me salen aproximadamente 40 a 45, que puede sonar como si fueran muchas, pero en realidad no lo son (se acaban volando!!, cada vez que las hago me pregunto si hay duendes en mi casa, porque se acaban rapidísimo y todos dicen que no fueron ellos!). Si te parece que es mucha mezcla y sólo quieres hornear una parte, puedes hacerlo y congelar lo que te sobre y hornearlo después. Como la mezcla lleva huevos, si la vas a congelar para usar después, te aconsejo que no sea por más de una semana.
A mi gusto, las galletas no deberían ser de “chispas” de chocolate, eso suena a poquitico; con el chocolate no se debe escatimar, y estas galletas no son la excepción. Son suaves por dentro y crujientes por fuera, que es tal como me gustan, aunque si a ti te gustan mas tostaditas, puedes dejarlas unos 3 minutos más del tiempo indicado y estarás complacid@, después de todo, ese es el propósito más importante del blog, complacernos!
Si tienes alguna duda con respecto a los ingredientes o la preparación, si quieres sugerir o pedir una receta, o si hiciste las galletas y quieres contarme cómo te quedaron (me encantaría saber tu experiencia!), no dudes en ponerlo en los comentarios.
¡Que tengas un lindo día!
Anaísa.