Cumplir años me pone muy sentimental. Es un día generalmente un poco agridulce desde hace algunos años para mi; por un lado, extraño a personas que desearía que pudiesen verme soplar velitas y sentir sus abrazos. Por otro lado, precisamente por esas personas decido sonreír y agradecer que tengo un año más de vida para vivir, para sonreír y para hacer las cosas que me hacen feliz.
El chocolate definitivamente es una de las cosas que más me hace feliz, así que mi torta de cumpleaños no podía ser otra cosa que no fuera una explosión volcánica de chocolate por donde se le viera.
Desde hace un tiempo, cuando me picó el bichito de aprender a hornear, decidí que iba a tener la tradición de hornear mi propia torta de cumpleaños todos los años, y creo que para los que ya me conocen estará de más decir que casi siempre el componente estrella es el chocolate.
Además, me pareció la excusa perfecta para darles una receta súper práctica y sencilla para hacer un bizcocho de chocolate muy versátil que pueden rellenar y cubrir con lo que sea que se le ocurra a su imaginación.
Y es que si no se habían dado cuenta, en mi blog hasta ahora no había una receta de torta de chocolate. Y cómo era posible eso siendo yo presidenta del club de fans del chocolate universal? (se los juro, es algo que existe pero es súper secreto y yo soy como la única miembro, si quieren los dejo unirse :D)
Ok, hablar de chocolate me pone a desvariar. Mejor sigo!
Pero que yo no tuviese una receta de una torta de chocolate aquí tiene una razón, y una muy buena a mi parecer!. Les cuento, hay una torta de chocolate que hago hace muuucho tiempo, que la AMO, es la cosa más rica, decadente, suave, esponjosa y achocolatada que hay en el planeta. Es de esas tortas que quedan negras negritas, saben?.
Pues bueno, cuando comencé con el blog me prometí a mi misma que esa receta (que me costó mucho mucho lograr) la iba a compartir en mi primer libro. Es un sueño por el que trabajo todos los días, y aunque aun no haya logrado concretarlo estoy segura que en algún momento llegará (y no porque me vaya a caer del cielo, sino porque me lo habré ganado por mi esfuerzo, eso es lo que más quiero!).
Pero entonces decidí que mientras tanto les daba otra receta de un bizcocho de chocolate que me encanta porque me parece súper versátil, se mezcla y hornea súper fácil y rápido, es riquísimo y es perfecto para hacer tortas por capas como esta.
Ahora, hablando de la torta.
La torta…
LA torta!!!
Todos los años pienso “esta no la voy a poder superar” o “qué más voy a inventar con chocolate!?”. Pero siempre hay formas de hacer cualquier cosa que nos propongamos y esta definitivamente no fue la excepción.
Comencemos por el bizcocho humedecido con almíbar de cerezas, estaba perfecto, jugosito y esponjoso. Y la combinación del ganache de chocolate negro con la crema pastelera de chocolate de leche?, nooo no no, no les puedo explicar lo exageradamente rico que eso estaba. Pero mi parte favorita definitivamente es el contraste de sabor y textura que le dan las frambuesas y las fresas al chocolate. Es una de mis combinaciones favoritas para cualquier cosa (las panquecas y las crepes, por ejemplo) y por eso decidí que mi torta tenía que tenerlas.
Otra cosa que me encantó es que de una misma receta de ganache podía sacar dos componentes para la torta: el relleno y el decorado de arriba. Tienen que tener cuidado de separar el ganache que se usará para decorar y rellenar del que se usará para batir.
Es una torta sencilla, pero no les voy a negar que consume tiempo por la cantidad de capas. Yo les recomiendo tomar un día para preparar todos los componentes y dejar enfriando todo en la nevera durante una noche para ensamblar al día siguiente, de esa forma tendrán todo perfecto y el ensamblaje será rápido y sencillo.
Si tienen alguna duda con respecto a los ingredientes o la preparación, si quieren sugerir o pedir una receta, o si hicieron las torta y quieren contarme cómo les quedó (me encantaría saber su experiencia!), no duden ponerlo en los comentarios.
Que tengan un lindo día,
Anaísa