Todo el mundo en mi familia me dice que cuando era pequeñita era muy inventora. Mi abuelita, a quien extraño millones, me decía todo el tiempo que yo la ponía con los pelos de punta por los nervios todos los días, desde que era una bebecita!; según ella, antes de que yo comenzará a caminar me montaba en los sofás de la casa y me ponía a pegar brincos como loca. Ella decía que creía que yo iba a salir volando, o aunque sea mis mini-dientes iban a salir volando. Pero nunca pasó, aquí estoy enterita con mis dientes completicos.
Nunca fui mal portada, pero nunca deje de ser muy “creativa”, por llamarlo de una forma más bonita (cuando mi mamá lea esto va a decir que mas bien un poco pasada de “creativa”. Hola mami!)
Ahora que lo pienso, muchos de mis inventos tenían que ver con la comida, y la verdad la mayoría eran cosas típicas de niña / adolescente. Como hacer que una de mis amigas comiera tartaleta de fresas con mostaza y Ketchup. Si, se me había olvidado decirles que además de inventora también tenía (bueno, tengo!) un gran poder de convencimiento.
Y si se fijan, nunca he dejado de ser así, porque una de las cosas que más me gusta del blog es la parte creativa de inventar y probar con recetas distintas todo el tiempo. De hecho fue una de las razones por las que me animé a comenzarlo!. Y esta receta es un ejemplo que me encanta de esto <3
No la inventé yo, sino que me basé en una receta de una de mis pasteleras favoritas, Dorie Greenspan, y puede que a muchos no les llame demasiado la atención, pero de verdad tienen que confiar en mi cuando les digo que este es uno de los dulcitos más divinos y originales que he probado en mi vida!
Y la verdad es que yo soy muy clásica, me gustan los postres de sabores tradicionales sin demasiados inventos ni agregados raros. Quizás algunos vean este postre como raro, como “un pie de mantequilla de maní??”, pero en realidad es algo como entre un mousse crujiente, un pie, y una cheesecake, con una de mis combinaciones favoritas de ingredientes: mantequilla de maní y chocolate <3
El sabor es de mantequilla de maní pero suave, la crema de leche y el queso crema ayudan mucho a que no sea tan fuerte, y además le dan una textura cremosita que creo que es lo que más me enamora. Además, tiene pedacitos de chocolate y maní que lo hacen crocantito y que no sea aburrido o monótono al comer. La base de Oreo le da el contraste perfecto a la suavidad del relleno. Y por supuesto, la cobertura de chocolate oscuro es como la cereza en un Banana Split, el final perfecto!.
Otra cosa que me encanta es que aunque parezca complicado por la cantidad de ingredientes en realidad es facilísimo!!!. Además, la base es lo único que se hornea y eso apenas son 10 minuticos, por lo que es súper práctico para un día caluroso o para hacer a último minuto (aunque si tiene que pasar un buen rato en la nevera / heladera / refrigerador para que tome una buena consistencia, así que tomen eso en cuenta :)!)
Si tienen alguna duda con respecto a los ingredientes o la preparación, si quieren sugerir o pedir una receta, o si hicieron el pie y quieren contarme cómo les quedó (me encantaría saber su experiencia!), no duden ponerlo en los comentarios.
Que tengan un lindo día,
Anaísa :)