Mucha gente no conoce lo que es una Pavlova. Debo confesar que hasta hace un tiempo ni yo misma sabía, pero un día en Pinterest (mi segundo vicio, va justo detrás del chocolate) vi una y quedé enganchada. Se veía tan elegante y tan bonita, pero sobre todo tan provocativa, que necesité hacerla. Mi veredicto?, es imposible hacerla solo una vez y es imposible no imaginar miles de combinaciones para hacerlas.
Al principio, cuando las vi por primera vez me puse a estudiar, y resulta que es un postre que crearon en honor a una bailarina rusa llamada Anna Pávlova, esto me hizo darme cuenta de dos cosas:
-Claro que tenía que gustarme si fue inspirada en alguien que se llama Anna :D
-Tengo una meta nueva en la vida: inspirar un postre que sea mundialmente famoso y se llame como yo :D
Después de esta micro clase de historia dulcística, vamos a lo que nos importa, el postre!. La señorita Anna debe haber sido alguien muy dulce y elegante, así la imagino por como es la Pavlova.
Es súuuuper fácil de hacer. Requiere un poquito de tiempo y seguir los consejos siempre para hacer merengues a base de huevo:
-Trabajar con instrumentos muy limpios y completamente secos.
-No usar instrumentos de madera (porque guardan humedad)
-Levantar las claras a velocidad media para que se mantengan estables y no se bajen después de batidas.
Para mi, nada levanta un merengue como mi súper mágica y adorada KitchenAid, hace el trabajo de un merengue mucho más sencillo y algo a prueba de todo porque nunca queda mal!. Yo lo hago con las varillas y en velocidad 4-5 (así toma un poco más de tiempo en levantar pero es mucho más estable y no se baja ni pierde su forma). Así se ve el merengue de la pavlova justo antes de formarlo en el disco:
Desde que vi la Pavlova en internet me había parecido a que sonaba a algo riquísimo, pero la verdad no me imaginaba que iba a ser tan de otro mundo como me pareció cuando la probé. La combinación de lo crocante del merengue por fuera con lo suave y esponjoso que queda por dentro, más la textura deliciosa del chocolate con la crema chantillí, y lo ácido y dulce de las fresas hace de este postre algo soñado!!.
Además de que tiene una preparación muy sencilla y es deliciosa, me encanta que es súper elegante y original como presentación. Es perfecta para una cena con amigos o para sorprender a alguien especial el viernes por la noche. Pueden hacerla como yo, en una sola pavlova grande o cambiar y hacer mini pavlovas para servir individualmente en una comida bonita; eso si, si las hacen para servir de forma individual hornéenlas solo por 30 minutos.
Otra cosa importante que deben tener en cuenta es que si la hacen así de un solo nivel como la hago yo el merengue queda tostado por fuera y bastante suave y esponjoso por dentro (algo parecido a un mousse). Si prefieren un merengue más crocante les recomiendo hacer una pavlova de dos niveles, en la nota al final de la receta les explico cómo hacer eso :)
Si tienen alguna duda con respecto a los ingredientes o la preparación, si quieren sugerir o pedir una receta, o si prepararon esta pavlova y me quieren contar cómo les quedó (me encantaría saber su experiencia!), no duden en ponerlo en los comentarios abajo.
Además, recuerden que amo ver las fotos de lo que hacen con mis recetas!, pueden enviármelas por Instagram etiquetándome en @annaspasteleria o usando el hashtag #AnnasPasteleria <3
Que tengan un día precioso!,
Anaísa