Lo que me llevó a ese cambio en mi receta fue que el domingo pasado me desperté y pensé “será que si agrego un poquito de vinagre a la leche quedan más esponjosas las panquecas?” y jamás habría imaginado que un cambio taaan insignificante podría hacer una diferencia taaaaan grande en el resultado final. Estas son, definitivamente y sin duda alguna, las mejores panquecas que me he comido en toda mi vida.
Es que no se imaginan lo esponjosas que quedaron, suben muchísimo y al salir del sartén no se bajan ni se desinflan, quedan preciosas y demasiado deliciosas, son de verdad un pedacito de nube!! <3
Otra cosa que agregué esta vez fue un poquito de canela (aunque sé que a algunos no les gusta y saben perfectas sin la canela también) a mi me parece que destaca más todos los sabores de la receta y además le da un sabor y un olor delicioso!, es que la canela es uno de mis olores preferidos <3
Y saben qué es lo más bonito?, que a través de este cambio no sólo aprendí algo nuevo y que me encantó, sino que me enseñó que muchas veces nos encerramos en nuestra zona de confort (por más rica que sea) y no vemos que podemos crear cosas maravillosas saliendo de ella!. Si, definitivamente la cocina enseña mucho más que a alimentar la barriguita!